sábado, 21 de mayo de 2011

Dirty little secret


Todos tenemos un secreto inconfesable escondido. Algo que no queremos que se sepa, que protegemos, que ocultamos, que negamos. Es una puerta cerrada en el fondo del alma. Nos da miedo.
Superar ese miedo es poder abrir esa puerta con la mano firme, poder mirar dentro con la seguridad de saber qué nos vamos a encontrar, aceptar que está ahí y que no puede afectarnos ya. Hasta que no seamos inmunes necesitaremos la puerta que impida que se escape. Porque cuanto más miedo más fácil es que se escurra por la puerta, y más necesaria es dicha puerta. Y cuanto menos terror más pequeño se hace, menos necesaria es la puerta gruesa, más pacífico está él.
Hasta que un día no son necesarias puertas para guardar nuestros sucios, pequeños y oscuros secretos.


*Chica de la ventana...¿9 de junio?

K.

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