Y sales de casa, y no sabes qué hacer, ni dónde ir, ni a quién acudir, porque no quieres ver a nadie, porque no quieres hacer nada. Suenan las notas tristes de un piano al principio de una canción, y puede que quieras llorar pero hay demasiada gente que no te permite hacerlo. Y te encuentras a alguien, a alguien a quién hace tiempo que no veías. Y luego llamas a alguien a quien quieras ver. Y te cruzas con el de más allá, compartes un rato con otra persona, no te das cuenta y ha llegado la noche. Y no has llorado. Ni siquiera has tenido tiempo de pensar en ti. Y puede que sea mejor.
Me alegro de haberte visto. No me he preguntado aun en serio si he sentido algo o no. No lo sé. Creo que no. Sí, siempre serás la pequeña A. Pero pensaba que sería peor, que no podría. Tenía miedo de verte y darme cuenta de que seguía enamorada de ti, de que cayese como un castillo de cristal todo lo que he construido a lo largo de estos últimos casi dos meses con la chica de aire. Pero no ha sido así. Lo he visto. Yo me enamoré de la pequeña A, y ahora no lo eres. Y hoy te he venido a ver con la idea en la cabeza de que ya no eres mi niña pequeña. De que te has hecho mayor, de que no voy a cuidarte, de que de ahora en adelante tienes mi misma edad y eres tu quien decide lo que hace con su vida, y yo no me preocupo, porque no eres pequeña. Me ha roto el corazón verte llorar. Estas sola. Sí, deseé que lo estuvieras para darte cuenta de que la habías cagado, pero no van así las cosas. Quería que volvieras. Y no volverás, porque has crecido. Sé que todos te odian porque todos han creído mi historia y nadie ha venido jamás a preguntarte. Y de verdad que lo siento. Siento que ahora estés sola. Pero si me dejas intentarlo seré tu amiga. No me enamoraré de ti. Se vio que somos incompatibles en una relación, que no funcionábamos. Pero una vez fuimos amigas. Y si, soy la causante directa de que hayas caído. Pero estoy aquí. Ahora puedo estarlo. Para ayudarte cuando te sientas sola, para estar contigo y hacerte reír. Porque después de todo, y al final, ya no te odio. Y de verdad quiero que estés bien. Te quiero. ¿Cómo no? ¡No nos olvidemos de quién eres! :)
Y en cuanto a ti, chica de aire... cada día que pasa me doy cuenta de que me haces feliz, me llenas, me sacas sonrisas, me haces sentir los pulmones llenos de verdad. Y da miedo. Pero cada vez soy más consciente de que empiezo a quererte tanto...
No contaré cuanto queda para ser mayor. Propósito de la semana. Y poco a poco. Progresando, haciendo, pasito a pasito. Nunca es tarde para empezar. Empecemos bien, por favor. De verdad. No me cansaré de repetirlo.
Te quiero. Pero no lo has conseguido. No has conseguido obsesionarme más que "eso". Y no sabes cómo desearía poder estar obsesionada contigo. Y poder escribir mil entradas sobre ti. No te pido nada, no te culpo por nada. Soy yo y es mi problema, no eres culpable más que de hacerme feliz tu por ti misma. Y no pienso cambiar nada, no es eso. Es sólo... que sigue habiendo algo por encima de todo, de nuevo. Quiero poder escribir entradas que no tengan que ver con ello. Pero no puedo. Me canso. Empezaremos de verdad algún día? Más de 12 horas? Soy una estúpida. Tengo miedo a ser una adulta atrapada en una adolescencia eterna. Atrapada en un problema adolescente eterno. Hay que cambiar ya. Estoy en el punto frustrante. Y es lo peor. Vuelvo a no poder dormir.
Demasiada poca confianza. Empiezo pensando que no podré y me caigo antes de planteármelo en serio. Fuerza 100. Es necesaria. Lo es.
Es increíble tenerte, poder abrazarte, sentir tus latidos a mi lado mientras respiras entre sueño y realidad. Es increíble sentir tanta calma solo por el hecho de saber que estás, que no te vas, que me quieres. Que te quiero. Que estoy bien, y es gracias a ti.
Voy a conseguir que se borre el naranja de mi uña. Voy a conseguir que estés orgullosa de mi. Quiero conseguirlo, y después de todo lo que haces por mi ya no es solo una cosa personal. Siempre podré gritar, siempre será una elección, siempre acechará, siempre puede volver. Pero siempre podremos gritar. Me hundo yo y decido que no quiero quedarme en mi punto medio de romper el cristal continuamente para empezar de nuevo día tras día.
Estoy cansada. Estoy demasiado cansada, y no tengo tiempo para nada. No hay tiempo, no lo hay. No puedo dormir por las noches porque sé que no tengo tiempo para dormir, no puedo hacer las cosas porque me sobrepasa todo, no puedo sobrellevar mi propia vida porque todo se rompe. Estoy completamente desequilibrada, no duermo, como peor, me caigo y tropiezo, lloro aunque no quiero, y duermo sin dormir, sueño con los ojos abiertos, y no hay ni un solo momento de calma, ni un solo suspiro de aliento para poder parar el tiempo y respirar. Quiero dejarlo todo, no quiero hacer nada, quiero dormir, porque joder, estoy cansada! Estoy cansada de luchar por cosas que no funcionan, de llorar por causas que no sé salvar, de levantarme cada mañana con propósitos que no se cumplen, de no poder dormir por las noches de la angustia que supone saber que no tengo tiempo, que yo quiero salir, y me lo propuse el día que cumplí los 17 y no funciona, y tengo miedo, ¿y si me quedo? Y las cosas no cambian. Te propones cambiar, buscas mil estrategias, y es mentira, porque siempre vuelves.
No puedes escapar. No hay manera. No se puede, te persigue, te consigue, te chafa, te ahoga, te mata.
Ya me ha quitado bastante felicidad. Ahora me está quitando la posibilidad de desconectar del mundo. Ya no puedo dormir. Me muero de sueño, no me aguanto, y no duermo. Ninguna noche. Cinco horas, seis a lo sumo. Me muero, estoy cansada, no puedo, y cuanto menos duermo menos fuerzas tengo para combatir nada.
Y levántate cada mañana. Cuando por fin consigas dormirte. Levántate para estar a tope 6 horas enchufado y 4 de biblioteca, vuelve a casa, fracasa de nuevo, vuelve a no poder dormir por la angustia de ver que has fracasado otra vez.
Saca buenas notas, haz el trabajo de recerca, trabájate un futuro, notas de universidad... ¿y dónde quedo yo? ¿Y si mi presente es una mierda diaria? ¿Y si soy incapaz de ser feliz más de una horas determinadas?
¿Sabes? He descubierto algo. Me río contigo. Mucho, muchísimo. Cómo hacía tiempo que no me reía, tan a carcajada limpia. En una semana lo has conseguido dos veces. YR
Hola Felicidad, te echaba de menos en mi vida, y ahora que has llegado me doy cuenta de cuanta falta nos haces a todos. Prometo no alejarme de tí jamás, buscar motivos por los que sonreír siempre y tener motivos por los que luchar con una sonrisa en los labios. Nunca todo es tan malo cómo para llorar, porque podemos con todo, porque hay demasiada gente haciéndonos felices cómo para derrochar nada. Hola Felicidad. Me encanta esto de que te hayas pasado por mi vida y hayas decidido que somos amigas.
Hoy no has sido la mayor. Hoy te he acompañado siendo la pequeña pero la grande. Hoy no has sido la super fuerte de siempre. Y eso no hace más que demostrarme de nuevo lo fuerte que eres. Irónico, si. Pero sigues siendo la persona a quién yo más admiro, C. Y no sabes el orgullo que supone para mi ser la primera persona en quién pensaste anoche para esto, y poder haber ido esta mañana por la ciudad mientras el sol se ponía en marcha junto a ti con la calma.
Y a ti.... aun me cuesta creerme que eres de verdad, que está pasando y que no se acabará en nada. Va a funcionar, porque funciona en un presente, y aquí solo existe el presente. Porque me gusta mirarte a los ojos y abrazarte y poder decir que te quiero sin pensar que mañana te irás, y pensar que lo estoy diciendo de verdad, que en el momento en que te lo digo lo siento.
y tú a mi lado muriendo de sueño, cansada, contenta, me pides un cuento, y yo te lo cuento, más bien me lo invento, te explico que un niño cruzó el universo, montado en un burro con alas de plata, buscando a una estrella llama Renata que bailaba salsa con un asteroide llamado Julián Rodríguez de Malta. Malvado engreído, traidor forajido, conocido bandido en la vía láctea por vender estrellas a multinacionales semiespaciales.
Pensé que cambiarías cuando te metieras la hostia. Pero veo que no lo has hecho. He pensado en ti estos días, de verdad lo he hecho. Y me he dado cuenta de algo. No, no sigo enamorada de ti, o por lo menos eso creo. Pero no quiero odiarte, porque me he cansado de odiarte. Y tampoco me eres indiferente.
Supongo que en realidad nunca he dejado de quererte. Te dije que te necesitaba para siempre, y es ahora cuando soy consciente de que no lo decía solo por el hecho de que estaba enamorada de ti. Ahora veo que realmente te necesito en mi vida, pero cuando dejes de ser lo que eres ahora, la chica en la que te has convertido. Algun día quiero poder ser tu amiga. Cuando dejes de ser una prepotente, que es lo que me revienta, o cuando me importes el punto justo en que puedo devolverte los zascas de prepotencia que aun te quedan. Quiero volver a verte. Tengo ganas de volver a verte. Quiero volver a ser amiga tuya. Quiero volver a hacer el gilipollas, a hacer pasteles, a... a las mil cosas que podía confiarte antes de que se complicara todo. Sé que aun queda para ello, pero que algún día podré volver contigo con una sonrisa diciéndote "eres una puta, pero ahora mismo ya no importa. vamos al mar". Y confío que algún día podré hacerlo. Porque sigues sacándome de quicio y sigo quedándome a gusto cuando te critico, pero ha llegado el momento de pasar página de verdad. Estás tan fuera de mi vida que no tiene sentido echarte a ti las culpas de mis problemas.
Y cruelmente, muy cruelmente, tengo la seguridad de poder decir; yo fuí tu primera chica. Y eso no me lo quitan, y eso marca. Y eso es un vínculo que une. Y el nuestro es algo muy potente, siempre lo ha sido y siempre lo hemos sabido.
No voy a volver a enamorarme de ti. Nunca más. Pero eres la pequeña A. She's the girl were looking for. Ya no dueles.
