Intentas tomártelo con ironía, y durante el día te ríes como si no fueras tu el afectado, cómo si se tratase de otra persona. Entonces es cuando cae la noche y con ella cae todo, el techo se derrumba sobre tu cabeza, te ahogas y ves que te está afectando, que no eres de piedra, y que llegará un momento en que estarás tan rebentado que caerás muerto porque ya no das de más. Pero te prometiste que luchabas hasta el final, y a pesar de saber que no tiene sentido esta lucha seguirás haciéndote daño, porque... sabes? lo último que se pierde siempre es la esperanza. Mientras el mundo va cayendo en pedacitos a tus pies.
K.
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