viernes, 8 de julio de 2011

Y echaremos a volar!


El sol pica, son las doce, vuelo por una carretera sin asfaltar, ruedo sobre piedras que saltan, tengo la ciudad más perfecta del mundo a mis pies, hay baches, paso por encima, salto en el sillín, canto a pleno pulmón, me pongo de pie, suelto las manos y consigo mantener el equilibrio, avanzo, retrocedo, me calmo, voy a ritmo de paseo, pedaleo y siento el viento en la cara a toda velocidad, suelto los frenos de bajada y la adrenalina me invade. Tengo el cielo azul inmenso encima, y siento que me he enamorado. Que me he enamorado de esta ciudad, y que, poco a poco, empiezo a enamorarme de la vida.

Cómo cuando tenía 10 años y una bici era lo único que me salvaba. Hoy me he vuelto a sentir libre.

K.

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